miércoles, 14 de noviembre de 2007

Mensaje de los Cielos eternos

Estimados amigos, les saludamos cordialmente agradeciéndoles la visita a este pequeño portal virtual, en el cual ustedes encontrarán un mensaje de los Cielos eternos. Éste es un mensaje del Espíritu de Dios, nuestro Padre eterno, el cual fue dado en el año de 1991.

Este mensaje ha sido dividido en 14 partes o capítulos para una mejor comprensión del contenido.

Este mensaje del Espíritu de nuestro Padre eterno fue dado a la humanidad a través de Gabriele, una mujer de gran espiritualidad, sencillez y humildad a quien Él, el Espíritu Creador, la denomino como su profeta y mensajera para nuestro tiempo actual. Desde hace ya más de 32 años que Él se manifiesta a la humanidad a través de ella. Pues Él nunca nos ha dejado solos, Él nos envió una y otra vez, en todos los tiempos, a profetas y personas iluminadas para hacernos recordar nuestra procedencia espiritual, exhortándonos y advirtiéndonos. Gabriele, como instrumento de Dios, tuvo ella misma que recorrer el Camino Interno, mediante el auto-reconocimiento en uno mismo, camino que lleva de regreso al Hogar Eterno, para luego dar a conocer y enseñarnos a recorrerlo, por medio de la Fuerza Redentora de Cristo que se encuentra en el interior de cada uno de nosotros.


El Espíritu Creador nos muestra en este mensaje el desarrollo de la humanidad, con sus errores, y nos pide cambiar para hacernos conscientes de nuestra procedencia espiritual.
Estimados amigos, mi deseo es compartir este mensaje con muchos amigos de Iberoamérica y el mundo. Sin embargo, el que no desee leer este mensaje puede, a su vez, dejarlo. Pues todos nosotros contamos con la libre decisión y la libre voluntad de hacerlo, pues cada uno toma su propio rumbo en la búsqueda de la vida plena.
YO HAGO TODO NUEVO


Primera parte


El Espíritu de Dios, nuestro Padre, nos manifestó lo siguiente:

«Yo Soy el que Soy, la Voz del infinito.

Yo Soy el que Soy, la fuerza en todos los astros, la Luz en todas las almas y hombres.

Yo Soy la Fuerza creadora en cada animal, en cada planta, en cada piedra.

Yo Soy el universo y la ley del universo. Quien habla Mi voz, se ha convertido en la ley del universo; él es vida consciente en Mí.


Yo Soy la omnipresencia, la corriente del SER. De la corriente de la Vida tomé forma, es decir, configuración. Me convertí en ser espiritual, en vuestro Padre al que también llamáis Dios Padre-Madre. De la corriente del universo que Soy Yo, el SER, Soy, tomé Yo mismo forma, sí, configuración. Con ello Soy universo que tomó forma, Vuestro Padre.

¡Quien lo pueda captar que lo capte! ¡Quien desee dejarlo que lo deje! Sin embargo, comprended: Así como Yo tomé una forma, también os conformé a vosotros, de la misma manera habéis surgido de la corriente del universo, habéis tomado forma espiritual. Esta forma es llamada “el ser espiritual”, el principio de la vida de los Cielos. Como consecuencia de ello, en espíritu sois Mi imagen y semejanza y Mis hijos. Ahora sois seres humanos y habláis el lenguaje de los hombres. Por ello tomé un instrumento, una persona, para hablar a través de Mi instrumento, en vuestro lenguaje con vuestras palabras, para que vosotros, que sois seres humanos, Me podáis comprender.

Sin embargo, comprended: Mi palabra sagrada es el universo y la ley. Está contenida en cada palabra física. El que de verdad desee escucharme, que capte el sentido de la palabra; pues en la palabra física Yo Soy la palabra, la ley del infinito.

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Segunda parte


Hijos Míos, Yo os llamo, también en nombre de Mi Hijo, vuestro Redentor, para que os hagáis conscientes de vuestra filiación divina, os hagáis conscientes de que sois Mis hijos. Yo Soy Inmortal y vosotros sois inmortales. Aunque la envoltura, el hombre, se marchite y muera, debéis saber que en la envoltura se encuentra el alma, que a través de Cristo volverá a ser de nuevo un ser espiritual, un habitante del Cielo; pues en verdad, en lo profundo de vuestra envoltura sois hijos del Cielo. Vuestro camino va desde la Tierra, a través de los astros, a Mí, el SER eterno.

Comprended y captad y sentid Mi Palabra en vuestros corazones. Pues Yo expreso Mi palabra en vuestros corazones, para que captéis el sentido.


Oh comprended: a través del pensamiento de la Caída muchos de Mis hijos se alejaron de Mí, pues creían que podrían disolver de nuevo las formas eternas del SER, de manera que fuera de nuevo como antes de la creación: espíritu fluente en el infinito, sin formas espirituales. Pero Yo Soy el principio eternamente perfecto. Lo que Yo he creado y creo es irrevocable. No puede ser disuelto. Esto fue un engaño de la partecita manifestada de Mí.

Escuchad, hijos Míos en vestido terrenal: muchos hijos Míos se marcharon, y Yo les di un tanto de fuerza espiritual para que pudieran crear sus soles y mundos fuera del SER eterno. En verdad os digo: “Yo les di ese tanto porque los amaba y los amo. Esta cantidad de fuerza espiritual contenía partes de soles y planetas espirituales. Este tanto contenía animales, plantas y minerales. Todas estas formas de vida pertenecen al SER eterno y con ello pertenecen a Mis hijos, tanto si se mueven en el SER puro o si alejan de Mí para crear su vida, tal y como ellos se lo han imaginado y hoy todavía se lo siguen imaginando.

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Tercera parte


El mundo imaginativo de Mis hijos se ha hecho grande. Por ello muchos ya no creen más en Mí, el Dios que habla. Ellos dejan que hablen teólogos y los denominados entendidos de la Biblia. Dejan que hablen los gobernantes de todos los pueblos y se dejan seducir por la charlatanería. Muchas personas ya no captan más que Yo, el Dios que habla, estoy en ellos. Para ellos son los dioses los que hablan: sus sueños de deseos, su egocentrismo, sus vehículos, su arrogancia, su avaricia y sus deseos de poder. Éstos son los dioses de este mundo. Ellos han seducido y siguen seduciendo a muchos.

A raíz de la seducción continua se creó poco a poco el cosmos material, se creó este planeta Tierra y progresivamente se crearon las envolturas, que vosotros llamáis “seres humanos”. Como consecuencia de ello vosotros sois seres humanos, es decir, envolturas en las que habita la vida eterna, Yo, la Luz Interna, en cada uno de vosotros.

Los menos de Mis hijos reconocen las legitimidades de la vida interna y menos aún su propia ley que dice: “lo que siembres, cosecharás”. Cada uno cree que el otro tiene que cosechar, pero no él mismo. Estas ideas fijas han conducido a los hombres hacia fuera, hacia el mundo de los sentidos y de los placeres sensoriales. Como consecuencia de ello ya no se puede captar al Dios que habla, pues Yo Soy la palabra del corazón. Pero quien ya no tiene más un corazón para su prójimo, para animales y plantas, es despiadado, y no se encuentra en comunicación Conmigo, sino con las fuerzas que actúan de forma destructiva sobre todo el sistema material.

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Cuarta parte


Hijos Míos, el tanto de fuerza espiritual en los astros materiales, la cantidad de fuerza espiritual en las plantas, animales y en las personas ya está consumida en su mayor parte, o sea, despolarizada en energía negativa. Esto significa que ni los astros ni los hombres pueden seguir viviendo a la larga, porque Yo Soy la fuerza espiritual, la Vida. Como consecuencia de ello se incrementarán las enfermedades, necesidades, catástrofes, guerras, el hambre y las epidemias. Pues muy paulatinamente están surgiendo un nuevo Cielo y una nueva Tierra.

Además, la medida se ha colmado. Lo que se derrame de más, produce todavía más catástrofes sobre la Tierra, más enfermedades y sufrimiento aún que en el pasado.


Comprended y captad en vuestros corazones, hijos Míos: la medida se ha colmado. Aquí y allá se derrama por sobre el borde. De esta manera desaparecerán partes de pueblos ¡Sí! Incluso pueblos enteros. La Tierra se purifica de la fruslería (irrelevancia) de este mundo. El circo del Yo humano se desvanece y todos los actores y diseñadores de máscaras que no den la vuelta también serán arrastrados por la marea. La medida se ha colmado. La cantidad de energía divina se ha consumido, ha sido transformada en energía negativa. El ser humano no puede vivir a la larga solamente con energía negativa, pues la energía negativa es la energía de las causas y los efectos: “lo que el hombre siembra, regresa a él”.


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Quinta parte


Comprended cómo se forma el camino hacia las causas. El hombre piensa, piensa, siente, siente, habla, habla y actúa -todo de forma negativa. Con ello transforma la fuerza positiva en fuerzas negativas. Ninguna energía se pierde. Cada pensamiento quiere volver a encontrarse. ¿Y dónde se encontrará, y dónde se ha vuelto a encontrar? En primer lugar en vuestro consciente. Cuanto más a menudo penséis, habléis, sintáis y actuéis de forma igual o parecida, tanto más grande se van volviendo los programas en vuestro consciente, en vuestro cerebro. Con el tiempo esta energía pasa al subconsciente y al mismo tiempo al consciente y subconsciente de vuestras células de vuestro cuerpo. Con el transcurso de vuestro sentir, pensar, hablar y actuar similares, las energías negativas pasan a vuestra alma que es el libro de la vida.

Este proceso que tiene lugar en vosotros, transcurre al mismo tiempo en los astros materiales y en los ámbitos de purificación (lugares de expiación de las almas). Como consecuencia de ello, cada célula de vuestro cuerpo material se encuentra grabada los astros materiales. Cada carga está grabada en los ámbitos de purificación. Todo SER permanece en el SER, en el Eterno.

De esta manera se van formando las causas.


El Cielo, el Infinito, es movimiento constante. Mediante ciclos preestablecidos, los astros de los ámbitos de purificación de las almas son tocados. Los astros de los ámbitos de purificación irradian a través de los astros materiales. Los astros materiales actúan sobre las almas de los hombres. A través de las almas de los seres humanos pasa todo al cerebro y desde el cerebro del hombre pasa a las células. Allí, en los tejidos celulares, surge la causa.

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Sexta parte

Sin embargo, antes de que todo esto ocurra, la energía del día da un aviso, el espíritu protector avisa, pues a cada uno de vosotros se os ha dado un ser de la luz. Quien no vive conscientemente, no capta los impulsos del día ni tampoco los impulsos de advertencia del espíritu protector. Él sigue viviendo en su mundo de pensamientos negativos, en el odio, en la discordia, en el rencor, en la envidia, en la rivalidad, en la corporalidad y muchas cosas más..

De esta manera se formaron y se siguen formando las causas, y a través de los astros vuelven a manifestarse en la expiación, como efecto.

Hijos Míos, ahora la medida se ha colmado. Esto significa que los cuerpos de los hombres se irán descomponiendo cada vez más, si el ser humano no transforma a tiempo la energía negativa en positiva por medio de la fuerza del Espíritu Redentor en cada alma, en cada persona.

Simultáneamente se descomponen cada vez más partes de astros materiales. Con el tiempo se descompondrán astros enteros, sistemas solares enteros, partes de galaxias, esto quiere decir de las vías lácteas, porque los cuerpos de los hombres se descomponen. ¡Sí! La muerte gana terreno, pues el tiempo ha llegado en el que
Yo hago todo nuevo.

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YO HAGO TODO NUEVO
Séptima parte.

Se forma un nuevo Cielo y una nueva Tierra, porque surgirá un género humano más elevado. La era espiritual trae a hombres del espíritu, hombres con una consciencia más elevada que se encuentran en comunicación con el SER eterno, con la ley eterna, el Yo Soy. Ellos poseerán en verdad la Tierra, la Tierra purificada. Y así ocurrirá lo que está manifestado: “Un nuevo Cielo”. Los astros materiales se están transformando. La materia vuelve a aparecer, pero con una forma más elevada, con grados de consciencia más elevados, tal y como esta Tierra también volverá a ser materia, pero de una sustancia más fina, ya que también las envolturas, los hombres, serán de materia más fina; ya que en sus envolturas vivirán almas luminosas.

Hijos Míos, Yo os llamo y os llamo también en nombre de Mí Hijo, vuestro Redentor: ¡Dad la vuelta!

“Dar la vuelta” significa: orientaos hacia vuestro origen espiritual y con Cristo purificad lo humano. Purificad vuestro pasado, de otro modo daréis vueltas una y otra vez en el mismo círculo de vuestras sensaciones pensamientos, palabras y actos negativos. Purificad vuestro pasado para que podáis vivir más y más conscientes en el día; pues el día os muestra lo que desea mostrarse en el cuerpo: sufrimientos, enfermedades, necesidades y muchas cosas más. El día da impulsos antes de que el efecto se muestre en el cuerpo físico. El espíritu protector os da impulsos a vuestra conciencia y os avisa de cosas: ¡Estad atentos!

Esto es el dar la vuelta. Y si dais la vuelta por el camino del arrepentimiento verdadero, del pedir perdón, del perdonar, del reparar el daño causado, y si no volvéis a repetir vuestros errores, transformaréis la energía negativa que se encuentra en vuestras células, en vuestra alma, en energía positiva, en energía de espiritual, en Mi fuerza, en la Ley del Amor. Al mismo tiempo se transforma en los astros materiales. Simultáneamente se transforma en los ámbitos de purificación. De esta forma volvéis a tomar contacto poco a poco Conmigo, la Luz interna. De esta manera camináis hacia el interior. Purificáis vuestros sentidos inferiores, porque os liberáis de vuestras pasiones, de vuestros pensamientos, sensaciones, palabras y actos negativos.


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Octava parte


De este modo os ennoblecéis. Camináis cada vez más hacia el interior, hacia la Luz que habita en vosotros que Yo Soy. De esa manera podéis transformar comportamientos erróneos que desean irrumpir en vosotros como causas.

Todo lo que habéis causado está por lo tanto registrado en vuestro cerebro, está registrado en vuestros tejidos celulares, está escrito en vuestra alma, está grabado en los astros materiales y también en los ámbitos de purificación, allí donde se encontrarán vuestras almas después de la muerte de la envoltura.

Si los cuerpos se descomponen, también se descomponen los astros. Pero esa energía no se pierde, sino que se transforma en una forma más elevada. De esta manera se disuelve poco a poco la Caída. Mis hijos vuelven de nuevo hacia a Mí –hacia Mí, su Padre, pues Yo os mantengo a todos en Mi corazón. Y vosotros volveréis de nuevo a Mí, a Mi corazón, a la poderosa corriente universal, y volveréis a ser conscientemente Mi imagen y semejanza, seres puros tal y como Yo visualice y os cree, y tal como Yo os mantengo en Mi corazón.

Hijos, Mi Hijo, vuestro Redentor y Yo, vuestro Padre, queremos conduciros de vuelta; queremos ahorraros oprobio, enfermedades, necesidades, penurias, sufrimiento y muerte.

No obstante, cada uno tiene el libre albedrío. Quien no quiera oir, tendrá que sufrir. A raíz del libre albedrío también habéis creado vuestra ley del egocentrismo que es la ley causal para cada uno, la ley: “Lo que tú siembras, cosecharás”. No es el prójimo el que lo cosecha, sino vosotros lo cosecháis según el principio “Igual atrae a igual”. Tu siembra es de nuevo tu cosecha. ¿Dónde? En tu cuerpo físico y más tarde siendo alma en los ámbitos de purificación. Pues todas las energías negativas, es decir, la energía contraría a la ley divina, debe ser transformada en fuerza espiritual. Cada uno trae consigo lo que ha tomado y transformado de fuerza espiritual. Él lo transformará de nuevo en energía espiritual, de manera que la cantidad de energía espiritual es llevada devuelta a la corriente universal, a la Ley del Amor que Yo Soy, de la que vosotros sois y en la que viviréis eternamente.
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Novena parte

Hijos Míos, Mi Palabra suena en muchos oídos materiales, de esa manera surgen muchas preguntas, miedos y preocupaciones. Si deseáis analizar Mi Palabra con vuestro mundo de sentidos, no obtendréis ningún beneficio. Empero, movéis Mi palabra en vuestro corazón, captaréis el sentido de las palabras terrenales, o sea, el contenido de la palabra física, y experimentaréis lo que he introducido en la palabra del hombre. Ésta es Mi ley, Mi Palabra. ¡Quien lo pueda captar, capta aún más allá. Él reconoce que este mundo materialista no sólo se encuentra al borde del abismo, sino que partes de él ya han caído.

No importa lo que vuestros teólogos y dirigentes políticos digan; muchos de ellos son manipulados. Pues el mundo sólo engaña a su mundo, pero no a aquellos que son del espíritu, es decir, a aquellos que examinan más profundamente las palabras de los teólogos, de los dirigentes políticos y de los científicos. Quien es capaz de ello, también escucha lo que éstos quieren callar.

¿Dónde se encuentra la salvación hijos Míos? ¿Dónde está el ancla al que os podéis sujetar? ¿Es vuestro prójimo? ¿Son vuestros bienes y dinero? ¿Es la riqueza, el poder y el prestigio? Todo esto es perecedero, pero Mi amor hacia Mis hijos permanece eternamente.

Yo Soy el Dios que habla. Hijos Míos, Yo no os abandono, pues Yo Soy la fuerza omnipresente, la Luz Interna en ti, en ti, en cada uno de vosotros. Yo Soy la Luz Interna en vuestro prójimo animal, en las plantas, en los minerales. Yo Soy la Luz en los astros. No importa hacia dónde miréis, pues Yo estoy presente por todas partes. Y si tú, hijo Mío, has aprendido a observar, también has aprendido la percepción. Esto significa que entonces Me percibes en ti, pues todas las formas de la vida están como esencia y fuerza en cada uno de vosotros. La Luz en el animalito no está fuera de ti. La Luz en las plantas, en el sol, en los astros no está fuera de ti, está en ti Innumerables fuerzas del cosmos actúan en ti. Con ellas He creado a tu cuerpo espiritual.
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Décima parte


Como consecuencia de ello Me puedes volver a percibir en ti, y esta percepción tiene lugar cuando caminas hacia el interior, cuando te purificas, cuando con la ayuda de Cristo transformas en energía positiva lo negativo con lo que te has cargado. Entonces experimentas cuán rico tú eres, hijo Mío.


¡En verdad tú eres rico! Tú eres como Yo, tu Padre, universo que ha tomado forma. Tú eres Mi imagen y semejanza. ¡Hazte consciente de ello! Mira, Yo deseo que vuelvas a convertirte en la palabra del universo, más aún, que vuelvas a ser la palabra del universo. Conviértete poco a poco en la palabra del universo hasta que vuelvas a ser por completo el universo. Entonces dirás también la palabra del universo, la ley del amor.

Mira, entonces ya no necesitas preguntar más. Tú lo sabes porque eres sabio. Ya no necesitas mirar a éste u otro lugar. Tú lo experimentas en ti porque estás en Mí.

Hijo, comprende: Tú llevas en ti el Infinito como esencia y fuerza. Da la vuelta y vuelve a ser lo que eres en Mi corazón: el ser puro eternamente

Hijo Mío, tú te encuentras de peregrinaje. ¿Cuándo habrás acabado este peregrinaje? Eso lo decides tú. Aquello con lo que te encuentras en este peregrinaje: la alegría y el sufrimiento, eso lo determinas tú. ¿Cuándo alcanzarás la meta? Eso lo determinas tú. Si vuelves a ir a una encarnación, eso lo decides tú. Tu siembra te lo dice y tú experimentas a tu siembra día a día, hora a hora y minuto a minuto. Lo que experimentas, eso purifícalo, entonces reconocerás cada vez más siembra y lo pondrás en orden; pues Cristo, tu Redentor, te ayuda en el autorreconocimiento y te ayuda también en la transformación, prestándote, dándote la fuerza para transformar lo negativo.

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Décimo-primera parte


Hijo Mío, ¿Qué quieres hacer? Si no deseas aceptar Mi Palabra, observa a este mundo. El mundo materialista muere desde su base. ¿Dónde te cobijas? ¿Cuándo te alcanzará? ¿Cómo te alcanzará? Tú lo determinas.

Mira, hijo Mío, tu Redentor y Yo, tu Padre, te ofrecemos la mano. Tú tienes el camino hacia el corazón del amor, hacia la luz en ti, que Yo Soy. Tú tienes los días, las horas, cada momento. Aprovecha el día y te experimentas a ti mismo. Tú tienes a un acompañante a tu lado, un ser que para ti es invisible. Él te da impulsos en tu conciencia. De muchas formas se te da ayuda, hijo Mío. Los Cielos están abiertos y los seres de la luz van hacia los hombres y hacia las almas en los planos de purificación.

Mi Espíritu actúa en cada hombre, en cada alma, sin embargo, hijo Mío, tú decides si deseas aceptar la ayuda o no. O sea, que tú determinas tu camino. ¿Hacia dónde te conduce? Si lo quieres saber, pregúntate a ti mismo. En lo que piensas, lo que sientes, lo que hablas y haces, eso es tu billete que al mismo tiempo te muestra tu camino, no el de tu prójimo –tu camino, hijo Mío.


Hijo Mío. Debes saber que el Dios que habla, que Yo Soy, y que se manifiesta a través de boca humana, también desea hablar en ti conscientemente. Camina por ello hacia el interior, sí, hacia el Cielo, pues el Cielo está en ti, de la misma forma que el infierno también puede estar en ti si sigues aumentando tus cargas cada vez más y vegetas en ellas hasta que el cuerpo se consuma. ¿Y que será entonces? Sufrimiento y miseria. ¿Por qué? Pregúntatelo, tú mismo te puedes dar las respuestas.
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Décimo-segunda parte


Hijo Mío, surgen un nuevo Cielo y una nueva Tierra. La era del Espíritu avanza con gran poderío y con ella una nueva humanidad, una nueva cultura en la luz de la verdad.

Yo lo hago todo nuevo. Yo Soy la fuerza transformadora en cada hombre, en cada alma, en los animales, plantas y piedras. Yo Soy la fuerza transformadora en los astros. Yo Soy. Yo lo hago todo nuevo. Si quieres hacerte nuevo dirígete hacia tu interior y hazte consciente de que eres el templo del Espíritu Santo, de que Yo vivo en ti: Yo, la Luz interna. Yo, la luz del universo. Yo, la corriente del universo. Yo, el ser en todo. Yo, tu Padre, de eternidad a eternidad.

Hijo, mira dentro de la palabra “eternidad”. También esta palabra pertenece a ti, pues tú vives como ser en mi eternamente, de eternidad a eternidad. Pregúntate si verdaderamente lo deseas. Si la respuesta es sí, hijo Mío, Me sientes en este momento, pues Mi Palabra es irradiación y te toca en el corazón. Esperanza, confianza, fe y el presentimiento de lo que significa amar desinteresadamente penetran en ti.

Hijo, en verdad, Yo Soy tu Padre. Y si vives en Mí, expresas Mi Palabra y ya no hace falta más el instrumento. Entonces ya no te hablo más a través de boca humana. Tú entonces has vuelto a ser de nuevo la palabra, la ley, y hablas la ley de la vida. Entonces ya no preguntas más – tú eres.

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Décimo-tercera parte


Hijo, siente en tu corazón: Yo te amo. Yo te amo, hijo Mío. Por ello envié a Mi Hijo a esta Tierra. Él caminó por ella en Jesús de Nazaret. Hijo Mío, Yo te amo. Por ello nos volvemos a manifestar Mi Hijo y Yo a través de boca humana.

Hijo Mío, llévate la irradiación del amor a tu existencia terrenal que sigue. Yo irradio Mi amor de Padre a tu corazón.

¡Hijo, Mío, Yo te amo! Yo no deseo que sufras. No deseo que estés enfermo. No deseo que pases hambre. No deseo que no tengas un hogar. No deseo que vivas en zonas de catástrofes. Hijo, Yo quiero salvarte, pero tú lo decides. Pues tú tienes el libre albedrío para dar la vuelta o seguir viviendo en el pecado, en tu pecado.

Hijo, hijo Mío, Yo te amo. Hijo Mío, Yo te amo. ¡Cáptame en tu corazón! Hijo Mío, Yo, tu Padre, te envuelvo. Siente la seguridad en Mí. Busca refugio en tu interior. Yo estoy allí. ¡Hijo, hijo Mío, Yo te amo! Vuelve al corazón de tu padre. Tú vives en Mí eternamente, de eternidad a eternidad.

Hijo Mío, cuando ahora ya no captes más por medio de boca humana, hijo, Yo te hablo a través de los rayos del sol, de los astros, de todo el universo. Yo te hablo a través de todas las formas de vida. Yo hablo en ti. Ve a tu interior, purifica tu alma y así vuelves a ser Mi Palabra. Hijo Mío, Yo te amo...

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Décimo-cuarta parte


Mi amor es Mi bendición para ti. Ella fluye hacia los planos de purificación. Ella fluye hacia todos los seres humanos. Ella fluye hacia los animales, las plantas, las piedras y los minerales. Ella fluye, es el amor.

Hijo Mío, Yo callo a través de boca humana, pero sigo siendo el Dios que habla, en tu corazón, en todas partes: en el viento, en la tormenta, en todas partes. En la lluvia, en cada gota de agua estoy Yo. Hijo, tú estás rodeado por Mi fuerza. ¡Acéptala, desarróllate, y sé!

Yo Soy el Eterno eternamente. Tú estás en Mí, eternamente, por toda la eternidad »



Traducido del original en alemán.


Éste y muchos mensajes del Espíritu han sido publicados en forma de libros, que llevan como título: “El mensaje dado desde el infinito” – Tomo1 y Tomo2.

A su vez, si gustan, pueden encontrarlos en casetes y CD’s, visitando la página web principal en español de Vida Universal y de la Editorial La Palabra.






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