miércoles, 14 de noviembre de 2007

Yo hago todo nuevo

Novena parte

Hijos Míos, Mi Palabra suena en muchos oídos materiales, de esa manera surgen muchas preguntas, miedos y preocupaciones. Si deseáis analizar Mi Palabra con vuestro mundo de sentidos, no obtendréis ningún beneficio. Empero, movéis Mi palabra en vuestro corazón, captaréis el sentido de las palabras terrenales, o sea, el contenido de la palabra física, y experimentaréis lo que he introducido en la palabra del hombre. Ésta es Mi ley, Mi Palabra. ¡Quien lo pueda captar, capta aún más allá. Él reconoce que este mundo materialista no sólo se encuentra al borde del abismo, sino que partes de él ya han caído.

No importa lo que vuestros teólogos y dirigentes políticos digan; muchos de ellos son manipulados. Pues el mundo sólo engaña a su mundo, pero no a aquellos que son del espíritu, es decir, a aquellos que examinan más profundamente las palabras de los teólogos, de los dirigentes políticos y de los científicos. Quien es capaz de ello, también escucha lo que éstos quieren callar.

¿Dónde se encuentra la salvación hijos Míos? ¿Dónde está el ancla al que os podéis sujetar? ¿Es vuestro prójimo? ¿Son vuestros bienes y dinero? ¿Es la riqueza, el poder y el prestigio? Todo esto es perecedero, pero Mi amor hacia Mis hijos permanece eternamente.

Yo Soy el Dios que habla. Hijos Míos, Yo no os abandono, pues Yo Soy la fuerza omnipresente, la Luz Interna en ti, en ti, en cada uno de vosotros. Yo Soy la Luz Interna en vuestro prójimo animal, en las plantas, en los minerales. Yo Soy la Luz en los astros. No importa hacia dónde miréis, pues Yo estoy presente por todas partes. Y si tú, hijo Mío, has aprendido a observar, también has aprendido la percepción. Esto significa que entonces Me percibes en ti, pues todas las formas de la vida están como esencia y fuerza en cada uno de vosotros. La Luz en el animalito no está fuera de ti. La Luz en las plantas, en el sol, en los astros no está fuera de ti, está en ti Innumerables fuerzas del cosmos actúan en ti. Con ellas He creado a tu cuerpo espiritual.
Continúa...

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